Los tatuajes han sido una forma de expresión artística y personal durante siglos, transformando la piel en un lienzo único que cuenta historias, simboliza experiencias y refleja la identidad de quienes los llevan. A medida que el arte del tatuaje ha ganado popularidad en la sociedad contemporánea, la atención y el cuidado dedicados a mantener estos adornos en la piel se han convertido en aspectos fundamentales de la experiencia tatuadora.
En este artículo, exploraremos la importancia del cuidado adecuado de los tatuajes y cómo mantener la salud y la vibrancia de estas obras de arte en la piel, desde los primeros momentos después de salir del estudio de tatuajes hasta los cuidados a largo plazo, descubriremos prácticas esenciales que contribuyen tanto a la estética como a la durabilidad de los tatuajes. Sumérgete con nosotros en el fascinante mundo del cuidado de los tatuajes y descubre cómo preservar la belleza de tu tinta para las generaciones venideras.
Ahora bien, ¿qué debemos hacer?
Primero que todo, al finalizar tu tatuaje, es común que el tatuador lo cubra con plástico, esto se hace para evitar el contacto con suciedad de otras superficies, o posibles agentes bacterianos en el ambiente, además de la supuración del tatuaje y así prevenir manchas en tu ropa o sábanas con posibles residuos. Es normal dormir con esta capa protectora la primera noche después de haberse realizado el tatuaje. No obstante, al día siguiente, es crucial retirarla, limpiar cuidadosamente con jabón y secar el tatuaje.
Durante los dos primeros días, solamente debes lavar el tatuaje con un jabón, preferiblemente antibacterial y neutro para evitar cualquier daño a la pieza, y con hacerlo un par de veces al día es suficiente. Evita lavarlo en exceso, ya que esto podría comprometer la integridad del tatuaje. Recuerda este consejo.
Pasados los primeros dos días, es el momento adecuado para comenzar a aplicar crema. Es de vital importancia saber que cada piel es diferente y requerirá de una crema de ingredientes aptos para tu tipo de piel, esto solamente se puede saber probando cuál producto te sienta mejor según las opciones que tu tatuador de preferencia te da, sin embargo, es importante no excederse. El uso excesivo de crema puede obstaculizar el proceso de cicatrización del tatuaje, perjudicando en lugar de beneficiar tu nueva obra artística. Aplicar la crema un par de veces al día es suficiente; la mañana y la noche son momentos idóneos para hacerlo.
También existen otras opciones como las membranas curativas, las cuales actúan como una barrera protectora por algunos días, impidiendo que cualquier agente externo ingrese a la herida mientras está sana. El detalle incómodo con estas membranas es que la supuración del tatuaje se mantiene dentro de esta por los días que la estés usando. Se puede evitar el exceso de plasma cambiando la membrana; sin embargo, si es un tatuaje muy grande, puede ser un poco complicado. Todo está en la disposición que tengas de aprender cuál método es el que mejor se ajusta a tus necesidades y deseos.
Una vez que hayas decidido cuáles prácticas se ajustan más a tus necesidades personales, debes saber que durante aproximadamente unas 3 semanas no debes exponerte al sol del todo, no debes hacer actividad física que provoque tu sudoración excesiva y, además de eso, la ingesta de alcohol en estos días se debe evitar por completo. Si deseas saber más a profundidad sobre este tema, te cuento más en el artículo “Qué No Hacer Después de Tatuarte”.
Una vez el tatuaje esté sano, es muy importante que lo sigas cuidando, ya que el sol oxida los colores y estos pueden llegar a perder su intensidad. Existen varias gamas de cremas hidratantes que poseen filtros solares que ayudan a preservar los colores por más años.
